martes, 27 de diciembre de 2022

EL GIGANTE

AIDE MATA


¿Cómo llegue a este estado? Se preguntó Estela mirando su mano vendada, sufriendo un dolor físico y mental que no se terminaba.  Todo empezó con una llamada, en la cual le solicitaba una voz apática al otro lado del teléfono que acudiera con su médico debido a que su mastografía había salido borrosa. El Diagnostico: cáncer de mama.  Fue así como comenzó aquel viaje.

Fue remitida al oncólogo cirujano, quien llevaría a cabo el procedimiento. Fue el quien le informo que harían una mastectomía radical. Estela entro al quirófano con mucha entereza,  misma con la que había tomado su realidad. Recordó que cuando el Dr. Ramírez entro le comunico que haría otro procedimiento. A su lado la anestesióloga se sorprendió al igual que ella. En ese momento Estela solo atino a preguntar, ¿es por mi bien? Y el contesto que sí. Fue así como  entro a cirugía, confiando en el criterio del médico. Al despertar se vio con una sonda y el seno aun en su torso, no entendió nada. Sufrió otra cirugía por culpa de ese doctor en la cual le retiraron los ganglios axilares y le dijeron que el seno debía quedarse. El resultado era claro: metástasis en la linfa, gracias a aquel doctor que le había ganado su ego.

Después de la cirugía volvió a oncología para obtener un nuevo formato para veinte quimioterapias, cuatro de ellas agresivas y dieciséis más leves a las cuales acudió puntualmente.  Tal vez por ahorrarse unos cuantos miles,  el IMSS  canalizaba con agujas normales a sus pacientes oncológicos, pero como quejarse si ella era solo una de tantas pacientes que eran canalizadas de esa manera. Estela sintió una fuerte quemadura en la mano.

Con el paso de los días la mano continúo inflamándose más y el dolor haciéndose insoportable a tal grado de no aguantar las ganas de llorar por el mismo.  En el dorso de su mano, se apreciaba un punto negro agrandándose más y más. Estela tomo la decisión de ir a urgencias. Al revisarla notaron que sus uñas empezaron a oscurecerse, aun así tuvo que esperar como tantos pacientes que se encontraban en aquella sala. Pasaron varias horas y se acercó otro hombre con bata blanca para realizarle varias preguntas, nuevamente tuvo que volver a contar lo sucedido y así varias veces hasta que por fin la ingresaron. El medico en turno al verla y darse cuenta de la magnitud del problema se deslindó de responsabilidad mencionándole que no contaban con algún oncólogo y que solo la atendería por el momento,  pues traía una mega celulitis, es decir, una  gran infección por una quemadura química. Unas horas después llego otro médico, quien tajantemente le informo que  lo mejor era cortarte el brazo más arriba del codo,  pues las venas ya se encontraban muy quemadas, era posible que no pudiese recuperarlas, al igual que la mano.

 “Señor, ¿soy un perro acaso para que me corten una pata?

Las quimios se habían terminado, empezarían con 25  radioterapias que completarían su esquema, y ella no pensaba dejarlas a pesar de la presión que ejercían en su trabajo y en el IMMS, necesitaba vivir sin importar lo que tuviera que pasar. Al llegar a la nueva unidad el cirujano plástico que la atendió de primera vez, la trato en forma déspota, una vez más le hizo ver que esa mano ya era inútil pero ella se inconformo y busco que la enviaran con alguien más, no se iba dejar cortar la mano.  En ese momento considero  meter una demanda interna a la capital del estado y lo hizo, pero la respuesta fue nula. De nueva cuenta  se enfrentó a una cirujana plástica quien también sugería cortar la mano.  “Lo más fácil”.  Estela se negó y exigió que buscara otra solución.  Y si lo hizo, una nueva cirugía en la que le abrieron un boquete en el dorso que casi la traspasa, era tan grande que todos se sorprendieron al verlo, los nervios lastimados, la piel abierta, los tendones al aire, un megaboquete, era impresionante lo que le habían hecho.

Una vez a la semana la extraían a su terapia de radiación mientras se encontraba hospitalizada y lo que ella pensó era mala suerte, volvía convertirse en una pesadilla más. ¿Acaso no se acababa su suplicio? “Maldita sea”. Se llago toda, axila, cuello, seno y solo le decían que era normal debido al procedimiento,   mientras soportaba los dos dolores al mismo tiempo y esperaba terminar con su terapia para entrar otra vez a cirugía,  la última de diez desde la biopsia.  El colgajo abdominal que le habían colocado en la mano para ayudar a la recuperación de la misma, volvía a necrosarse.   Era tan fuerte aquel químico que termino con el colgajo,  así paso otro año, la oncólogo medico fue quien le informo que las llagas de radiación fueron debido a que la maquina estaba mal calibrada, la híper-radiaron.  Otro error que se sumaba a los muchos que ya llevaba.  ¿Cuántas mujeres habrá como  en su caso?  La mandaron a terapia y solo lograron afectarla más  hasta que  el cirujano plástico dio la orden de incapacidad permanente después de no poder hacer más. Eso la llevaba a ese preciso momento.

Aquello que sostenía en su mano eran los documentos de esa incapacidad y el llanto era debido que acababa de colgarle a un abogado para demandar, contando toda su historia tal cual y la respuesta había sido: “Nadie le gana al gigante, no hay un doctor que vaya en contra de otro de su género, desechando su caso al instante. Que impotencia, soportar aquel infierno y también la crueldad de la sociedad. ¿Cómo levantar la voz cuando las lágrimas ahogan y cierran tu garganta y no deja salir sonido alguno? ¿De qué  manera logras levantarte con un cuerpo extenuado,  como si fuera el de una anciana? 

Reflexiones sobre el texto El gigante-Jacqueline Campos. En el 2021 conocí a una escritora emergente Aide Mata que vive en Chihuahua, quien fue diagnosticada un 22 de diciembre con cáncer de mama a la edad de 52 años y como muchas usuarias del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) atravesó la laberíntica burocracia administrativa y médica que implica ser un paciente oncológico que depende de esta institución; sin embargo la historia de Aide es diferente, debido a errores cometidos por el personal de salud que administró su tratamiento. Errores y negligencias de profesionales que la llevaron a luchar, no sólo contra el cáncer de mama al resistir a los ciclos de 20 quimioterapias y 25 radiación, la escritora también tuvo que luchar por defender una de sus manos; la cual quisieron amputarle.

El relato de El Gigante me lleva a pensar en ¿Cuántos casos de negligencias médicas habrá en el país desde la fundación del IMSS en 1943? ¿Cuántas historia basadas en casos de éxitos y fracasos en el tratamiento de pacientes oncológicos habrá y que merezcan ser escritos en textos para la memoria colectiva?

Su amor a las letras y su necesidad de contar a otros su experiencia, llevan a Aide Mata a reconstruir esos momentos que se iniciaron en el 2017; gentilmente comparte con los lectores su texto titulado <El gigante> y desea que el personal que labora en diversos centros de salud pública del país reconsideren tratar mayor atención y humanidad a los pacientes con cáncer y pretende que su relato ayude a sensibilizar a quienes no conocen el delicado proceso que atraviesa una mujer con cáncer de mama. Aide Mata le ganó al cáncer, disfruta de sus dos nietas, vive su vida con un sabor más intenso y se da tiempo para desarrollarse en una actividad que la apasiona, escribir historias  y estoy segura que con la bendición de Dios lo hará por varios años. Recordemos que el cáncer de mama es el tipo de cáncer más común, con más de 2,2 millones de casos en 2020 y cerca de una de cada 12 mujeres enfermarán de cáncer de mama a lo largo de su vida, según datos de la OMS. 

EL GIGANTE de Aide Mata fue publicado en la antología Mujeres con voz de tinta II: Injusticia Social, de la editorial Voz de Tinta (2021) donde pueden leer una versión extendida, le invitamos a adquirirlo en https://www.amazon.com.mx/Mujeres-voz-tinta-II-Injusticia-ebook/dp/B09YJRDFGH

Le invitamos a conocer a la autora en https://www.facebook.com/aide.mata.39 y https://www.youtube.com/@aidemataescritora

💜Agradecemos la imagen pictórica de la artista KIKI SUÁREZ, te invitamos a conocer a la artista en:

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viernes, 23 de diciembre de 2022

DESAFÍO

 Aurora Castillo 

 

Hoy es el día,

después del baño reúno valor,

respiro profundo y dejo caer la toalla

el vaho cubre el espejo

empiezo a limpiarlo y observo

el cuerpo ajeno

que aparece frente a mí.

intento reconocerme,

reconciliarme con esa imagen

agradecer a mi cuerpo

por haber luchado esa batalla

por seguir aquí,

me repito internamente

"soy más que esa cicatriz".

Pero esa línea,

ese hachazo contundente,

sigue absorbiendo mi mirada

la herida de batalla,

el precio del milagro.

 

intento tocarla,

me estremece,

el tacto de esa línea resaltada,

el dolor silencioso se asoma,

me somete, y caigo vencida

una vez más

me cubro de inmediato,

no puedo,

temo despertar el mal

el sortilegio que duerme dentro.

Intento explicarle a mi reflejo

no es rechazo ni ingratitud,

es esta necesidad

de sentir de nuevo

que soy yo quien habita mi piel

tal vez mañana,

o cualquier día

consiga lograrlo.

DESAFÍO es un poema que describe el sentir de una mujer que mira por primera vez su pecho, para reconocer la batalla que enfrenta contra la enfermedad de cáncer de mama. Agradecemos mucho la gentil colaboración de AURORA CASTILLO, Yucatán, México. Ella es una de las mujeres sororas que nos regaló una parte de su corazón, creatividad y voz, como parte de la convocatoria “Ejercicio de creación literaria entorno al cáncer de mama  2022”.

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viernes, 16 de diciembre de 2022

Sin piedad

 Rocío Prieto Valdivia


 ¿Quién eres tú? 

el que vive en mis sueños

 el que hurta mis anhelos

 el que destroza mis deseos 

el que destruye mi cuerpo.

 ¿Quién eres tú, maldito embustero?

 Eres el cáncer perverso 

Que nos mata sin piedad 

Una a una las esperanzas sin tiento. 

Sin tener en cuenta nuestra edad 

sin tener en cuenta el dolor

de nuestro frágil cuerpo. 

¿Quién eres tú me pregunto sin cesar? 

 


 

SIN PIEDAD es un poema que sacude y cuestiona sobre la presencia del cáncer en nuestra vida.  Agradecemos mucho la gentil colaboración de Rocío Prieto Valdivia, Ensenada, Baja California, México. Ella es una de las mujeres sororas que nos regaló una parte de su corazón, creatividad y voz, como parte de la convocatoria “Ejercicio de creación literaria entorno al cáncer de mama  2022”.

Conoce a la poeta en https://www.facebook.com/rincon.delossuenos1

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A MÍ NO ME PASARÁ

 Jacqueline Campos

 

¡A mí no me pasará! Eso decía mi amiga Sussy a pesar de que una de sus abuelas murió de cáncer de mama antes de cumplir los 49 años, dejando a nueve hijos en la orfandad. ¡A mí no me pasará! afirmó Sussy a pesar de que dos de sus primas murieron jóvenes a causa de la misma enfermedad...pero a Sussy le pasó. Ella vivía en San Quintín cuando descubrió <una bolita> en uno de sus senos en el 2020 a la edad de 49 años. Su viacrucis comenzó, tocó puertas, tras puertas: ultrasonido, mamografía, biopsia, miedo, incertidumbre, mastectomía, lágrimas, dolor, duelo, esperanza, viajar 166 km hasta Ensenada por varios meses para recibir quimioterapia, trasladarse 346 km para vivir en Mexicali y recibir 10 sesiones de radioterapia, tomar centenas de pastillas. Sin embargo, Sussy fue una de las mujeres afortunadas porque llegó oportunamente al diagnóstico. Ella fue constante en su tratamiento a pesar del dolor físico y emocional, ahora Sussy sí puede decir ¡Ya no tengo cáncer!, pero sabe que el haber padecido de esta enfermedad la hace seguir en vigilancia y está consciente de que puede volverle a pasar. Ella comparte su historia entorno al cáncer de mama, es miembro de la asociación <Mujeres de San Quintín que viven y luchan contra el cáncer> y es una de las activistas de la lucha contra el cáncer de mama. Esta columna tiene como objetivo usted como lector y lectora, se sensibilice y piense ¡A mí sí me puede pasar! porque el cáncer de mama se presenta en mujeres y hombres. Mi amiga Susana Rodríguez nos regala su texto “Mis dos corazones” como resultado de su experiencia, el cual compartimos para ustedes en este mes de activismo contra el cáncer de mama.

“Tiempo atrás, un corazón noble, sincero y apasionado, cantaba y bailaba, al ritmo que le tocaran. Un día, a este corazón, una triste noticia le darían, ¿Pues cómo seguir? apachurrado se sentía. Él, cáncer tenía, difícil situación, con sus seres amados sentía, este corazón, en tratamiento se pondría y sus doctores con sabiduría y conocimientos sanarían. Apoyos, de todo tipo, a este corazón, no tardaron en llegar, tantos ángeles en el camino, lo hicieron sanar. En vano, sería la ciencia sin el apoyo emocional. Ahora, este corazón ¡agradecido está! con cada ángel, que a su lado pasó, por cada gesto que en apoyo recibió, miradas, sonrisas, palmadas, abrazos, mensajes,  llamadas, oraciones, visitas, hospedaje y tantas atenciones más. ¡Está tan agradecido! que cómo pagar, lo que en su triste momento recibió. Por siempre en su vida, el agradecimiento se quedó. Este corazón agradecido, por siempre estará y a la distancia  saludos, abrazos y besos les manda.”

Te invitamos a conocer y compartir la lista de reproducción con todas nuestras participantes aquí https://youtube.com/playlist?list=PLv_d9TreH4ZsfbFwWlbAxX_jDaBdTjk2e México. 

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PUBLICADO EN PENINSULA BC 17 OCTUBRE 2022

https://peninsulabc.com.mx/2022/10/letras-entorno-al-cancer-a-mi-no-me-pasara/

LA VIDA DESPUÉS DEL CÁNCER- Lectura en voz alta de Maribel Tenorio

Agradecemos a la Lic. Maribel Tenorio su participación en la Antología LA VIDA CON LAZO ROSA: un libro escrito por mujeres que han atravesad...