viernes, 21 de octubre de 2022

RADIOGRAFÍA

                                SILVIA ELENA MORA

         Suena el teléfono, me pide que baje, cuando tenga tiempo, no es urgente, dice. Bajo apenas cuelgo. Está parada junto a la mesa de su comedor con un sobre grande amarillo. Me lo acerca para que revise la radiografía de tórax. No sé qué esperar… la conozco muy bien, es mi hermana, en muchos sentidos una versión semejante a mí. Podría apostar que encontraré cualquier rastro de preocupación o de alegría, y me desconcierta no poder leer en su cara lo que veré en la placa. Sé que hace un esfuerzo para que su rostro no me comunique nada.

Espero, como quien ha esperado por meses una carta con buenas noticias, que sea como la de hace un par de meses, en la que celebramos que no había manchas nuevas y algunas habían desaparecido. Aquel día me explicó que nunca te dan de alta si eres un paciente con cáncer, que entras en remisión, pero a mí sus palabras y esa placa me supieron a pastel de chocolate, a día de fiesta, a fuegos artificiales que iluminan el cielo.

Tomo el acetato obscuro en el que resaltan blanquecinos, casi transparentes los huesos del pecho, los hombros, su clavícula y parte de la pelvis. Busco los detalles, no soy un médico, pero luego de algunos meses, entre quimioterapias y radios, sé qué es lo que no quiero encontrar. Intento descubrir, cual detective en busca de la mínima pista que resuelva el misterio, lo que Gina no dice con palabras y quiere que vea por mí misma.

Tengo un segundo con la radiografía en la mano, ni siquiera la he visto bien frente a la luz, y veo tres, seis, diez, quizá más manchitas de un sólido color blanco, como esferas en un lúgubre árbol de Navidad. Están en sus hombros, por eso el dolor de brazos; y en el tórax, en la pelvis, cerca del hígado… Eso explica los dolores, el cansancio…

Gina me observa, entiendo por qué quería que yo lo viera. Nos miramos, quiero abrazarla, pero una cascada silenciosa se desborda por mis ojos, y entonces ella también llora.

—¿Habrá otro tratamiento? ¿Cirugía? ¿Más quimios? —le pregunto, aunque conozco la respuesta. Sé que se ha hecho todo lo posible y la enfermedad ha avanzado tan rápido como una culebra que en la oscuridad deposita su veneno por todo el cuerpo.

—El doctor dice que es un cáncer muy agresivo, tendría que haber parado… Sólo queda orar…

Yo siempre he creído en milagros, y es esa nuestra única opción: esperar un milagro.



RADIOGRAFÍA es un texto que atrapa y trasporta a un momento íntimo entre un paciente con cáncer y un amado familiar ¿Cómo se da una noticia que deja sin palabras? . Agradecemos mucho la generosa colaboración de  SILVIA ELENA MORA, desde la CDMX. México. Ella es una de las mujeres sororas que nos regaló una parte de su corazón, creatividad y voz, como parte de la convocatoria “Ejercicio de creación literaria entorno al cáncer de mama  2022”.Te invitamos a conocer y compartir la lista de reproducción con todas nuestras participantes aquí https://youtube.com/playlist?list=PLv_d9TreH4ZsfbFwWlbAxX_jDaBdTjk2e México.

Y conoce más historias en nuestro Blogger ENTORNO AL CÁNCER https://entornoalcancerdemama.blogspot.com/

Conoce a la autora SILVIA ELENA en https://www.facebook.com/silviaelena.moramontano

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